La Resolución SE Nº 1102/2004 impuso la obligatoriedad de que los tanques de almacenamiento subterráneo SASH deban contar con protección catódica.
El gobierno estableció como último plazo para su cumplimiento el 31 de julio de 2007.
La protección catódica es un método muy difundido que se emplea para la prevención de la corrosión electroquímica de estructuras metálicas enterradas.
A continuación se brindará una explicación básica del método. El conocimiento de la técnica permitirá comprender las bondades del mismo y permitirá, a la hora de contratar los trabajos, verificar si se realiza una tarea acorde a las necesidades.
Conceptos básicos:
Al enterrar una estructura metálica tal como una tubería que conduce gas o como un SASH, se establecerá entre esa masa metálica y otros elementos presentes en el suelo una corriente eléctrica de origen electroquímico, que aunque débil, producirá con el paso del tiempo un proceso corrosivo capaz de deteriorar a la estructura hasta el punto de tornarla inutilizable.
Demás estaría abundar en las consecuencias que este fenómeno puede provocar cuando la estructura contiene a un hidrocarburo líquido o gaseoso.
A los efectos de evitar este proceso corrosivo se emplean sistemas de protección anticorrosivo.
En primer lugar se recubren las estructuras metálicas con algún material aislante eléctrico, siendo los más utilizados los del tipo bituminoso, resinosos y plásticos. En general es necesario incluir en ese revestimiento alguna sustancia que le aporte resistencia mecánica como por ejemplo fibra de vidrio.
Si fuera posible lograr una aislación perfecta, el fenómeno electroquímico no se produciría y consecuentemente la corrosión no tendría lugar.
Como esa condición de aislamiento perfecta es imposible de conseguir y mucho menos hacerla duradera, lo que en la práctica se conseguirá será reducir el proceso electroquímico.
La forma de lograr entonces una protección anticorrosiva es a través de la protección catódica.
La protección catódica consiste en otorgarle por algún medio un potencial eléctrico a la estructura a proteger.
Para lograr esto se instala un ánodo de sacrificio habitualmente de magnesio.
De esta forma queda constituida una pila ecléctica donde la estructura hace las veces de cátodo (negativo), el ánodo de sacrificio (positivo) y el suelo el electrolito mediante el cual se establece la corriente iónica.
Para que el proceso sea efectivo, el ánodo de sacrificio deberá entregar la corriente necesaria capaz de producir en el cátodo el potencial mínimo de protección. Se estima como valor limite aceptable -850mV.
Es muy importante que las partes de la estructura enterrada que emergen a la superficie posean un aislamiento eléctrico. Se realiza mediante las denominadas juntas dieléctricas.
Esto es debido a que las estructuras aéreas normalmente en algún punto se conectan eléctricamente a tierra de modo que si no se aislara, la parte enterrada quedaría también conectada al potencial de tierra produciendo el agotamiento prematuro del ánodo de sacrificio.
Es necesario realizar controles periódicos tanto del potencial de protección como del estado de las juntas dieléctricas.
Ing. Jorge Battista
Consultor