Los propietarios y peones de taxis, cuyos vehículos no llegan a un 10% del total del parque automotor convertido a GNC, han logrado con sus manifestaciones en la vía pública inquietar a las autoridades. Por esta razón las presuntas medidas que están trascendiendo surgen de decisiones de último momento y analizadas en un marco de emergencia.
La crisis energética que estamos transitando, que no es ninguna nimiedad, amerita soluciones más de fondo: por ejemplo actualizar las tarifas del consumo residencial que resultan irrisorias, razón por la cual no se induce a este tipo de consumo, que es fuertemente estacional, a colaborar en la crisis. Ocurre una situación similar con la energía eléctrica. Las pruebas de estas afirmaciones son los magros resultados del PROGRAMA de USO RACIONAL de la ENERGÍA (P.U.R.E.). Muchas veces se dijo que Argentina es un país con petróleo y con gas. Lamentablemente las reservas están en declinación con un consumo no productivo que aumenta en forma alarmante. Se necesitan fuertes inversiones y seguridad jurídica para cambiar esta situación.
Si persiste la actual política, y con un invierno frío, serán imprevisibles los quebrantos en la industria y también en el GNC. En este último caso, nuestro país, líder mundial en GNC, exportador a los más diversos países del mundo, no puede ni debe tener el suministro cortado. El esfuerzo constante de más de dos décadas se pone en jaque por una situación que se puede evitar.
Nuevos cortes en el GNC darán señales negativas hacia el sector e influirán directamente en la conversión vehicular que se encuentra actualmente en uno de sus mínimos históricos.
Cabe agregar que permitir el expendio de GNC solamente a taxis generará conflictos entre los responsables de las estaciones de carga de GNC y otros clientes que se considerarán con iguales derechos, toda vez que la actividad que desarrollan es también importante para ellos: remises; utilitarios; profesionales; viajantes de comercio; etc.
Dr. Luis María Navas
Asesor Legal de AES